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El Ego VS. El Alma

  • Foto del escritor: Amelia Molina Segovia
    Amelia Molina Segovia
  • 12 jun 2024
  • 3 Min. de lectura

Hoy, luego de un mensaje de una buena amiga, logré soltar un poco más mi reciente ex relación, lógicamente duele, cuando te cuentan o comentan, que ya hay alguien más con tu ex o aparentemente alguien muy atenta y preocupada por él lo visita a diario.

 

Más luego de un sentimiento de tristeza y dolor de ego, vino mi calma y agradecimiento por no seguir ahí, porque en lugar de HACER hoy SOY.

 

EL Ego vs. Alma, es una dualidad, una lucha interna entre dos aspectos fundamentales del ser humano: el ego, que representa el yo superficial o yo falso y condicionado por el mundo exterior, y el alma, es el yo esencial, eterno y verdadero, conectado con lo trascendental.

 

Ahora bien, el ego es la parte de nuestra identidad que se forma a partir de nuestras experiencias, condicionamientos y la interacción con el mundo. Esta voz interna que busca reconocimiento, poder, y aprobación.

 

En esta ex relación el  ego y egocentrismo de esta persona era el día a día, centrándose en su yo individual, sus necesidades innediatas, menospreciando pequeños actos de amor, que las personas a su alrededor le hacían.

 

Algo que debo reconocer es que siempre estuvo al pendiente de los demás, sus necesidades, dolores, tristezas, insabores. Más sin embargo me doy cuenta de que tal vez lo hacía para alimentarse de la energía de los demás y solo podía comportarse bien cuando alguien estaba peor que él. Tal cual como me dijo cuando nuestra relación estaba llegando a su fin… ya no podemos estar juntos, porque no me necesitas…

 

Su ego era el motor de su autoconfianza y logros personales, esto lo llevaba a un ego descontrolado conviertiéndose en narcisismo, agorrancia y deconectándolo de su verdadero ser con los demás, únicamente usándonos como puente para una satisfacción personal o sentir, que sus conocimientos y experiencias eran lo único válido. Es muy duro y cuesta admitir el dolor a su ausencia, unos días son más dolorosos que otros, porque a final de cuentas me enamoré, como no imaginé.

 

En cuanto a su alma, buscaba conexión y compasión, así como la mía, siento que ese fue nuestro lazo. Ambos con heridas de infancia super marcadas, la diferencia es que yo estoy en terapia y el nó. Nuestra conexión no fue solo de esta vida, por eso nuestras almas se encontraron, intentando remediar errores pasados, más nuestras almas nos demostraron que íbamos en caminos diferentes.

 

El Alma es la esencia más profunda y auténtica de una persona que busca la verdad, la compasión, y la conexión con algo mayor que nosotros mismos. El alma se manifiesta en momentos de introspección, creatividad, amor desinteresado y paz interior. Es constante y eterna, buscando el crecimiento espiritual y la realización más allá de lo material.

 

Esta batalla interior entre el ego y el alma es una constante en la vida humana. Este conflicto interno puede manifestarse en dilemas cotidianos y decisiones significativas, desde cómo respondemos a una crítica hasta cómo encontramos nuestro propósito en la vida. Mientras el ego puede empujarnos hacia logros externos y la búsqueda de validación, el alma nos invita a la autocomprensión, la conexión con los demás y la trascendencia.

 

Es importante el estabilidad entre ambos porque son necesarios para una vida plena y equilibrada. El ego, cuando está en armonía, nos ayuda a navegar en el mundo material y a defender nuestros derechos y necesidades. Sin embargo, es crucial que el ego esté al servicio del alma, guiado por valores profundos y la búsqueda de la verdad interior. El equilibrio entre el ego y el alma nos permite vivir de manera auténtica, serena y en paz con nosotros mismos y con el mundo.

 

En conclusión "Ego vs. Alma" no es simplemente una lucha de opuestos, sino una oportunidad para integrar dos aspectos fundamentales de nuestra existencia. Al reconocer y equilibrar las necesidades del ego con los llamados del alma, podemos alcanzar una vida más rica, significativa y en armonía con nuestro verdadero ser. Esta integración nos lleva a un estado de conciencia superior, donde podemos vivir con propósito y autenticidad, contribuyendo positivamente a nosotros mismos y a la humanidad.


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